El jueves, 28 de febrero -día de nieves- Aldo Méndez pasó por el aula de tres años. Fue a despedirse antes de iniciar un nuevo viaje por tierras americanas. Los niños y niñas le regalaron su "rueda de color membrillo" y él nos regaló algún cuento y nos recordó que el ser humano es frágil como el papel, pero fuerte por estar lleno de palabras bellas.
Aldo escribe para
niños que escuchan, hablando de profundos e intensos sentimientos de amor y de
añoranzas. Crea espacios de placer y encuentro, es cuentero cosmopolita que
sabe hablar a nuestro corazón.