Se termina un curso más y, aunque son muchos los finales de curso que llevo, siempre son especiales, únicos, emotivos, ningún fin de curso eclipsa a otro, siempre queda el pellizco en el corazón y la emoción contenida. MUCHAS GRACIAS a las madres y padres de mis alumnos, por su ayuda, comprensión, generosidad -la educación siempre es una tarea compartida y ha sido un honor compartir con vosotros este año educativo- y MILES DE BESOS para mis niños y niñas.