domingo, 11 de diciembre de 2016

Frutos de otoño.

El niño y la niña en esta etapa amplían el conocimiento del mundo que le rodea a través de la interacción con las personas, la manipulación de los objetos y de la exploración del espacio y del tiempo, fundamentalmente en situaciones de juego.   El nombre, y las cualidades de los objetos, los entornos naturales y sociales  los va conociendo e integrando en esquemas cada vez más complejos que, a su vez, le sirven de base para nuevos aprendizajes y para interpretar la realidad. El desarrollo de esta habilidad para interactuar con el mundo que le rodea le irá permitiendo  conocer los efectos que su actuación produce, para actuar con respeto hacia las plantas, animales, objetos.

Pretendemos que niños y niñas avancen  en los conocimientos directos de los elementos de la naturaleza, tanto vivos como inertes; la descripción de algunas características y funciones; el establecimiento de relaciones entre medio físico y las personas y los cambios que se producen en el intercambio.