martes, 10 de septiembre de 2013

El juego simbólico



El juego simbólico constituye una actividad real del pensamiento. Es una satisfacción para el niño trans­formar lo real en función de sus deseos. Estamos ha­blando de espontaneidad, libertad, iniciativa personal, de la propia decisión y del propio poder, de la búsque­da del propio placer y la autosatisfacción.

La esencia del juego estriba fundamentalmente en esa situación imaginaria, crea­da por el niño a partir de sus tendencias afectivas per­sonalizadas que le llevan a viajar por otra dimensión, solicitando del educador que permanezca cerca, observe, interprete y contenga mientras él juega.