Especialmente
en los primeros seis años de vida, se debe aprovechar la plasticidad del
cerebro y estimular a que se generen mayor cantidad de conexiones neuronales.
Esto puede hacerse por medio del movimiento del cuerpo.
La
Psicomotricidad ayuda al niño a explorar, investigar, vivir sus emociones y
conflictos, aprender a superar situaciones, a enfrentarse a sus límites, a sus
miedos y deseos, a relacionarse con los demás y a asumir roles.