“Cuánto me alegro
de que pintes conmigo en blanco y negro
graffitis en los muros del planeta
y si falta un color en mi paleta
regálamelo tú”
de que pintes conmigo en blanco y negro
graffitis en los muros del planeta
y si falta un color en mi paleta
regálamelo tú”
La
evolución del mundo en que vivimos nos lleva, con paso rápido, a sociedades
multiculturales integradas por personas de culturas y orígenes distintos. A
nuestras aulas, cada día más, acuden niños y niñas de culturas diversas. Con
todos podemos encontrar, sin embargo, señas de identidad común. Juntos vamos a
construir una cultura nueva y no por ello perderemos nuestra identidad. La
cultura no es algo que pertenece al pasado, la cultura está viva, la hacemos
cada día. Nuestra historia nos demuestra cómo lo específico no nace del
aislamiento, nos acerca a una concepción dinámica de la variedad. La cultura
nace cada día del intercambio entre las personas.
El modelo cultural válido no es sólo
el del sector social mayoritario. No podemos creer tampoco que las culturas de
origen de las minorías sean estáticas y acabadas. Tanto la cultura mayoritaria
como la minoritaria están sometidas a un conflicto interno, tienen
potencialidad de cambio. La diversidad
cultural no es un obstáculo a salvar sino un enriquecimiento a lograr.
Angélica
Neag, profesora de rumano, nos ha contado "Punguta cu doi bani" cuento
de Ion Creangá. Esta
narración guarda mucha similitud con el cuento “El medio pollito”, por eso, con
esta actividad, pretendemos que el alumnado descubra, a través de los cuentos,
lo que todos tenemos de semejantes.
Si siempre pensamos que
necesitábamos una escuela que prepare para la vida, si siempre hemos pensado
que necesitábamos una escuela inclusiva que acogiera a todos y todas, ahora es
más necesario que nunca. Necesitamos una escuela abierta a su entorno, una escuela que coopera
con las familias y en la cual éstas encuentran una aliada.
Gracias a Mariana y a Angélica por
esta lección narrada de interculturalidad.