miércoles, 22 de abril de 2015

Excursión al zoo.

La colaboración de los padres en la Escuela Infantil cuenta con tradiciones muy diferentes en distintos países. Cualesquiera que sean las tradiciones particulares, en unos países y otros se reconoce la importancia de la participación de los padres y madres en la educación de los más pequeños: se postula un contacto estrecho entre padres y educadores, se buscan formas de cooperación, se ensayan estrategias que la hagan posible y eficaz, se toma la participación de los padres como uno de los criterios más claros de calidad de la oferta educativa de un determinado centro.

Una vez que ingresa en la enseñanza obligatoria, el niño ve cómo en ella se trasciende su experiencia individual, su mundo y sus rutinas cotidianas; la escuela enfrenta a quienes a ella asisten con realidades que no están presentes, con conceptos complejos que no derivan ya de la experiencia vivida, sino del saber culturalmente organizado. Por el contrario, el aprendizaje de los más pequeños está muy enraizado en su vida cotidiana, en sus experiencias y vivencias. Durante los años previos a la escolaridad obligatoria los aprendizajes de niñas y niños se entremezclan y se confunden con sus vivencias, por lo que todo lo que hacen y viven fuera del centro escolar tiene tanta importancia educativa como lo que hacen en su interior. Los maestros son sin duda conscientes de este hecho y tratan de que su trabajo educativo tenga continuidad, para lo que la colaboración y participación de los padres y madres parece imprescindible.


Las investigaciones ligadas al desarrollo de programas de educación infantil concebidos con el fin de mejorar la cooperación familia escuela,  han demostrado que en general son todos eficaces. Uno de los rasgos comunes de todos los programas de efectos más duraderos es la implicación de los padres en el proyecto educativo desarrollado en torno al niño en el centro educativo. Y cuanto más estrecha y activa es esa implicación, mejores y más satisfactorios resultan ser los efectos sobre el niño. Por todo ello, la participación de los padres en el planteamiento educativo de un centro infantil se ha tomado y se sigue tomando como un criterio de calidad y como una garantía de eficacia de la acción educativa.

La excursión al zoo es un ejemplo de colaboración, de iniciativa colectiva de madres y padres del alumnado. Compartir experiencias y vivencias con las niñas y niños creando una verdadera comunidad educativa, es un lujo pedagógico que sólo propician familias comprometidas con la educación de sus hijos e hijas. MUCHAS GRACIAS.