El
currículo del segundo ciclo de la Educación Infantil en la comunidad autónoma
de Castilla-La Mancha, propone, en los criterios evaluación, observar la
curiosidad, respeto y cuidado hacia los animales; el interés y gusto por las
relaciones con ellos y que se valoren las actitudes de cuidado y respeto. Los
animales permiten el aprendizaje de valores como el respeto, la comprensión del
sufrimiento ajeno o la percepción de que hacer daño no es bueno. En el aspecto
emocional, la buena relación de un niño con su mascota puede ser una excelente
escuela para aprender a querer y ser querido.
De
entre los animales, los perros y los
seres humanos comenzaron una bella amistad hace 14.000 años. Los perros tienen
un sin número de cualidades positivas y han ayudado a los seres humanos en
muchas. Un perro es un excelente compañero para un niño, una fuente de afecto y de aprendizaje y,
además, pueden aportar ventajas en su desarrollo.
Miguel
Ángel, el papá de Andrea, vino al cole acompañado de Kity, una preciosa perra. La
visita fue asombrosa para los niños y niñas; Kity obedecía a Miguel Ángel, se
sentaba, tumbaba, caminaba alrededor de él, contaba con ladridos. Kity es
buena, cariñosa, obediente y lo que más les gustó, es que es una juguetona incansable,
corrió a coger la pelota cada vez que se la lanzaba, y se la
lanzaron todos. La pobre Kity se cansaba de tanto correr a por la pelota, pero
siempre fue y jugó con todos. Luego nos demostró que tiene un excelente olfato
buscando un objeto escondido y permitió que la pasearan con absoluta paciencia, obediencia y
cariño hacia los pequeños. Sin duda, Miguel Ángel propicio que Kity despertara en los
niños el sentimiento de empatía hacia los animales, fomentando la curiosidad y el
respeto. A Miguel Ángel y a su perra Kity, MUCHAS GRACIAS.