El enfoque globalizador hace referencia a la
conveniencia de aproximar a los niños y niñas a lo que han de aprender desde
una perspectiva integrada y diversa. El enfoque globalizador guarda estrecha
relación con la significatividad de los aprendizajes y permite que los niños y
niñas aborden las experiencias de aprendizaje de forma global, poniendo en
juego, de forma interrelacionada, mecanismos afectivos, intelectuales,
expresivos.
Los contenidos curriculares nunca son para el alumnado lo
interesante, para ellos son los medios o instrumentos que le permitirán conocer mejor
algún aspecto de la realidad por el que muestran interés o son los rudimentos necesarios para
realizar algún proyecto o resolver un problema. Así, el interés del niño se
centra en el producto final; las habilidades y destrezas necesarias no tienen
interés en sin mismas, sino en función del proyecto o del problema a resolver (como puede ser materializar la
canción “un barquito de cáscara de nuez” o “hacer una rana con una pinza de
la ropa”). Cuando un niño o niña engarza en sus experiencias previas
conceptos nuevos, aplica procedimientos y habilidades para resolver un problema
y además lo hace organizándose con sus compañeros, no solamente diremos que ha
desarrollado sus capacidades, diremos que es COMPETENTE.
Eva, la mamá de Claudia, nos enseñó la canción “un
barquito de cáscara de nuez”, vimos una nuez, la tocamos, era dura, la abrimos,
comimos lo que encerraba, estaba seco, si apretábamos no caía zumo, a unos nos
gustaba la nuez, a otros no. Pensamos como hacer el barquito de cáscara de nuez
con velas de papel. Eva traía de todo,
también velas de papel y había que ponerlas en el palo más alto, como el
capitán pirata, pero..¿cómo sujetar el palo mayor?, ¿necesitamos una nuez entera
o la mitad?, ¿qué haremos con nuestro barco de cáscara de nuez?. Coloreamos la
vela, la recortamos, la pegamos al palillo, modelamos una bola de plastilina,
llenamos la MITAD de una nuez con la bolita, clavamos la vela en el centro del
barco y…¡ A JUGAR!
Gema, la mamá de Hugo y de Luna, nos propuso hacer
una ranita con una pinza de la ropa. Primero observamos una ya terminada ¿Quién
quiere tener una rana que se le abra la boca?, esa fue la pregunta y todos querían
una rana, entonces.. ¿qué sabemos de las ranas? y sabíamos muchas cosas, también
canciones de ranas; pero para hacernos una ranita como la que nos había dejado
unos días antes la mamá de Hugo y Luna… ¿qué tenemos que hacer? ¡colorear una
rana!, ¡no, dos! y vimos la simetría mirándonos el espejo y juntando las
dos manos y dentro nos caía un tesoro sin que nadie lo viese; después de
colorear…recortar y partir por la mitad
y luego recomponer el todo pegando las cuatro partes y al final,
cuando esté seca y bien pegada ¿qué hacemos con la rana?... ¡nos la llevamos a
casa!, pero antes…” Cu cú, cantaba la rana….”
Muchas gracias a Eva y a Gema porque han posibilitado
que las destrezas y habilidades de los niños y niñas se apliquen para resolver
un problema, construirse un juguete con material inespecífico. Muchas gracias
por vuestra ayuda en esta tarea difícil que es educar. El filósofo español José
Antonio Marina recuerda con frecuencia un proverbio africano que dice: "Para
educar a un niño hace falta la tribu entera".