Desde
la gratificante vivencia personal que se experimenta cuando se descubren las
posibilidades que brindan las TIC para el trabajo, para el ocio, para la
participación social, para la comunicación, para la creación colectiva, para el
trabajo cooperativo..., muchas personas juzgan que tienen en sus manos un
instrumento muy prometedor. De ahí su convicción de que se trata de un conjunto
de herramientas que pueden resultar muy valiosas para aprender, crear,
compartir...; y desean que su alumnado o sus hijos, se beneficie y aprenda no
sólo a utilizar los diferentes "aparatos", sino a usar
provechosamente las nuevas formas de representar la realidad, procesar la
información y comunicarse, es decir, los nuevos lenguajes.
Éste
es el principal argumento para incorporar las TIC en el aula de Educación Infantil.
Su uso lleva aparejados nuevos lenguajes y nuevas -y cambiantes- formas de
relación, que entran de lleno en el ámbito de lo educativo. Es necesario no
quedarnos en el mero uso mecánico -y con frecuencia repetitivo- de un
artilugio. Hay que facilitar un aprendizaje que ayuden a trabajar de forma
creativa y responsable, y encaminadas a representar la realidad, procesar la
información y comunicarse (lo que incluye cooperar, intercambiar, compartir y
crear colectivamente conocimiento.)
Desde
esta perspectiva, refiriéndonos fundamentalmente al desarrollo de
"lenguajes y formas de comunicación", ponemos el énfasis en la
creación de situaciones de representación, conceptualización, y de intercambio
comunicativo. Así entendido, el tratamiento educativo de las TIC en el aula de
infantil debería ser similar al que se aplica a otros lenguajes (verbal,
escrito, plástico, musical, matemático...). Por ejemplo, en las aulas de infantil
los niños y niñas realizan producciones en distintos soportes y formatos (en
las que representan la realidad que conocen y dejan constancia de sus
intereses, sus vivencias, sus emociones, sus creencias...) Estas producciones
pueden ser muy variadas: imágenes tratadas con programas sencillos,
presentaciones que incluyen imágenes, pequeños vídeos, sonido, música, las
propias voces de los niños y niñas...
Los
ejemplos anteriores, referidos a trabajos realizados con herramientas TIC,
conviven muy bien, y parece muy deseable que lo hagan, con otras producciones
elaboradas de forma tradicional. Todas las formas de representación, de
expresión y de comunicación pueden complementarse, utilizarse de forma mixta y
creativa, y todas son importantes para el desarrollo infantil.
MUCHAS
GRACIAS a Mª Pilar y a Luis Miguel por
vuestra colaboración y por regalarnos esa preciosa presentación.