La riqueza
cultural de España se debe, en gran medida, a la confluencia de distintas
culturas coexistentes durante siglos. ¿A quién pertenece la Alhambra? ¿Por qué
se llama Alcázar, Alcázar de San Juan? ¿Cuántas palabras de origen árabe usamos
todos los días para designar objetos, alimentos, lugares..?
La cultura
no es algo que pertenece al pasado, no es algo a conservar; la cultura está
viva, la hacemos cada día. Nuestra historia nos demuestra cómo lo específico no
nace del aislamiento, nos acerca a una concepción dinámica de la sociedad. La
cultura nace cada día del intercambio entre las personas.
El modelo
cultural válido no es el del sector social mayoritario. No tenemos que
pretender que los niños y niñas de las minorías culturales sean calcos de
segunda clase del sector mayoritario.
No podemos
creer tampoco que las culturas de origen de las minorías sean estáticas y
acabadas. Tanto la cultura mayoritaria como la minoritaria están sometidas a un
conflicto interno, tienen potencialidad de cambio. La diversidad cultural no es
un obstáculo a salvar sino un enriquecimiento a lograr. Ser diferente no es un estigma, siempre es una riqueza.
Este pequeño proyecto basados en la interculturalidad, como otros con la misma temática, tiene como finalidad facilitar a nuestro alumnado los instrumentos necesarios para ver, más allá del mirar, para eso son necesarios momentos de encuentro, y de reflexión.
Pretendemos desarrollar la
capacidad de querer a los demás, de amar la vida. Ir afianzando el sentimiento de pertenencia al grupo de seres humanos,
incrementando la comprensión de una verdad: siendo distintos a todos, somos
semejantes (Alicia Vallejo Salinas).
Queremos que el alumnado
llegue a experimentar que es miembro activo de un grupo sea cual sea su lugar
de origen, de identificarse e interactuar con sus iguales, de jugar, consensuar reglas y normas,
organizar los tiempos, la acción.
En todo caso, intentamos potenciar
el proceso de subjetivación y objetivación. Nos referimos a
la capacidad de pensamiento creador, representación, expresión y comunicación
que toda persona tiene. Queremos que
niños y niñas puedan comprender la interpretación que hacen los otros de la
realidad, siendo tolerantes; que activen su capacidad de representar el mundo y
de comunicar el sentido que le atribuyen a las cosas y comprender el sentido
que le atribuyen los demás; que experimenten su capacidad creadora y conozcan
los productos creativos humanos: los mitos, las cosmologías, el arte, la
filosofía, las ciencias, las técnicas, los lenguajes…(Alicia Vallejo
Salinas).
La música: darbuka, nafir, pandereta.
El vestido: chilaba, babuchas y turbante.
Los olores: La tierra y el perfume.
El tácto: la arena del Sáhara y la lámpara maravillosa.
El gusto: dulces de miel y almendras para los niños.
El rito del té, para los adultos.
Cuentos y leyendas: La lectura y la escritura.
Agradecimientos: A Mohamed Rahimi -papá de Salahadín- y a Mohamed Kernouti, monitor de actividades extraescolares en el colegio, muchas gracias por llenar el aula de colores, olores, sonidos, sabores, objetos, palabras...que nos han transportado de forma lúdica a Marruecos. Gracias por hacer volar, en este viaje multisensorial, la imaginación de las niñas y niños de cuatro años.