martes, 27 de mayo de 2014

Los papás vienen al cole. Taller de cocina (I,II)

Cocinar es una actividad tan completa, atractiva y divertida para los niños que se nos brinda como un valioso recurso educativo. Se trata de una deliciosa manera de favorecer la incorporación de hábitos y conocimientos acerca de la nutrición, la salud y la alimentación.
Un taller de cocina tiene un alto poder motivador porque permite al alumnado una implicación total, a la vez que el interés intrínseco del taller se ve potenciado por la posibilidad de comer aquello que se ha preparado con las propias manos. En este taller está presente el aprendizaje significativo ya que se incorpora toda la experiencia previa que el niño trae de su entorno familiar y fomenta la socialización desde un planteamiento coeducativo superador de estereotipos: cocinamos juntos, comemos juntos, limpiamos y recogemos juntos.
En el taller de cocina es indispensable respetar las reglas y normas para obtener el resultado culinario deseado, se fomenta hábitos de higiene como lavarse las manos antes de iniciar la manipulación de alimentos y utensilios, se desarrolla la motricidad fina y las percepciones olfativas, gustativas y visuales.
La temática de un taller de cocina para niños y niñas favorece la interdisciplinariedad permitiendo así trasvasar a la práctica contenidos curriculares de casi todas las áreas. Se puede conocer mucho acerca del mundo y de los seres humanos a través de la comida y las costumbres alimenticias.
En definitiva una actividad de cocina en la escuela trata de conocer, compartir, investigar y crear a través de los alimentos.
 En estos días hemos realizado en el aula dos talleres de cocina.

Mariana, la mamá de Samuel Espinosa, nos enseñó a hacer ricas galletas y a utilizar alimentos para elaborarnos bonitos colgantes. Los niños extendieron con el rodillo la pasta  de color azul  y también la había de color rosa. Utilizamos moldes, el que más nos gustaba, para cortar la pasta, probamos los retales que quedaban para comprobar su sabor; sea azul o rosa, es dulce, sabe igual. Pegamos sobre la galleta la figura recortada utilizando agua y una brocha y, por último, las envolvimos para que se conservaran y podérnoslas llevar a casa. También nos trajo macarrones de colores y con ellos hicimos un colgante y pusimos a prueba nuestra habilidad para enhebrar. 

Alicia y Mary, la mamá y la tía de Aitor, llegaron al cole con unas galletas gigantes de forma circular. Encima de cada galleta extendimos, con una espátula o con una brocha de cocina, chocolate templado. ¡Que rico estaba el chocolate!, dulce, casi líquido, templado…Hubo que pegar una encima de otra cada una de las obleas que habíamos embadurnado de chocolate, formando una torre que recubrimos por fuera de más chocolate y decoramos con virutas de caramelo de muchos colores. Como el chocolate estaba caliente y casi líquido, hubo que meter las tartas en el frigorífico para que se enfriaran y salieran crujientes.

Tanto las galletas de Mariana, como las tartas de Alicia y Mary nos salieron muy bien, porque seguimos los instrucciones que nos dieron. Todos cocinamos, todos comimos y todos limpiamos las mesas y dejamos la clase limpia y ordenada.

Muchas gracias a Mariana, a Mary y a Alicia por plantear este taller que en dos días consecutivos hemos desarrollado. Ellas han vuelto a demostrar que una actividad de la vida cotidiana esta llena de valor educativo. Los pedagogos de la Educación Infantil hablan de la pedagogía de la vida cotidiana, de la pedagogía de la ternura y Mariana, Mary y Alicia han hecho de la vida cotidiana una rica experiencia educativa, guiadas por toda la ternura que una madre atesora. MUCHAS GRACIAS a las tres. 



















jueves, 22 de mayo de 2014

Loa papás vienen al cole: transformamos los objetos y con ellos el mundo.

“Las cosas se construyen en su identidad al tiempo que, paradójicamente se deshacen y se convierten en otras cosas. También el mismo niño se encuentra y se confirma en su propio devenir” (Loris Malaguzzi)
Es mucha la literatura pedagógica que hay sobre la utilización del material de desecho o ascendente como material didáctico. Quiero comenzar recomendando el articulo “El material de desecho” publicado en Cuadernos de Pedagogía (nº 119) del que es autora Alicia Vallejo Salinas, buena amiga y conocedora de nuestro colegio.
Las hermanas Agazzi centradas en el interés del niño, en su globalidad, atienden a la emoción, al sentimiento, tanto como a las destrezas y habilidades, y a las competencias para hacer y vivir juntos. Tuvieron en cuenta lo mismo que Decroly y, además, el paseo y cuestiones de índole socioeconómica: cuánta riqueza hay en “tesorillos” y “basurillas” que pueden recogerse en una salida. Materiales gratuitos que permiten fabricar juegos, juguetes y materiales didácticos, disfrutando además del proceso constructivo y de la creatividad. Son unas pioneras del material de desecho que a partir de la cumbre de Tblisis (1973) entró en aquellas aulas en las que se pretendía reducir, reutilizar y reciclar los materiales en pos del desarrollo de la educación medioambiental y ecológica.
El hecho de transformar los objetos y con ellos el mundo, proporciona al niño un conocimiento de la realidad, una valoración de su medio y un proceso de seguridad en si mismo.
Gema, la mamá de Rodrigo Carrero, ha venido al cole con una propuesta que suponía utilizar, percibir, manipular, planear, imaginar, construir, descubrir, inventar, jugar, observar, encajar, organizar, componer, divertirse, todo ello actuando en grupo, potenciando el pensamiento divergente. Los materiales de desecho han generado que, juntos, descubramos otras posibilidades y, a la vez, han sido fuente de socialización. Gema, MUCHAS GRACIAS.








Los papás vienen al cole...¡y nos traen un perro!

El currículo del segundo ciclo de la Educación Infantil en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, propone, en los criterios evaluación, observar la curiosidad, respeto y cuidado hacia los animales; el interés y gusto por las relaciones con ellos y que se valoren las actitudes de cuidado y respeto. Los animales permiten el aprendizaje de valores como el respeto, la comprensión del sufrimiento ajeno o la percepción de que hacer daño no es bueno. En el aspecto emocional, la buena relación de un niño con su mascota puede ser una excelente escuela para aprender a querer y ser querido. 
De entre los animales,  los perros y los seres humanos comenzaron una bella amistad hace 14.000 años. Los perros tienen un sin número de cualidades positivas y han ayudado a los seres humanos en muchas. Un perro es un excelente compañero para un niño, una fuente de afecto y de aprendizaje y, además, pueden aportar ventajas en su desarrollo. 
Miguel Ángel, el papá de Andrea, vino al cole acompañado de Kity, una preciosa perra. La visita fue asombrosa para los niños y niñas; Kity obedecía a Miguel Ángel, se sentaba, tumbaba, caminaba alrededor de él, contaba con ladridos. Kity es buena, cariñosa, obediente y lo que más les gustó, es que es una juguetona incansable, corrió a coger la pelota cada vez que se la lanzaba, y se la lanzaron todos. La pobre Kity se cansaba de tanto correr a por la pelota, pero siempre fue y jugó con todos. Luego nos demostró que tiene un excelente olfato buscando un objeto escondido y permitió que la  pasearan con absoluta paciencia, obediencia y cariño hacia los pequeños. Sin duda, Miguel Ángel propicio que Kity despertara en los niños el sentimiento de empatía hacia los animales, fomentando la curiosidad y el respeto. A Miguel Ángel y a su perra Kity, MUCHAS GRACIAS.