Gabriela
Mistral, maestra y poetisa, sabedora amorosa de niños y de versos, asegura que la
poesía infantil más válida, o la única válida, sería la popular y propiamente
el folklore.
En la
puerta de un molino,
Niño
Dios,
han
encendido una hoguera.
Duérmelo,
María, duérmelo
Para
calentar al niño,
Niño
Dios,
que de
frío no se muera.
Duérmelo,
Maria, duérmelo
Gracias a Jesús Guzmán, por compartir con todos los niños y niña de cinco años -entre
los que se encuentra su nieta-, su enorme
caudal de saber sobre folklore manchego. Gracias por su generosidad y por todo
el cariño que has puesto en la tarea de enseñarnos un villancico manchego. Jesús
ya es, un poco, el abuelo de todos.